En el Bosque Nativo conviven numerosas especies de animales y de flora. Los seres vivos, la atmósfera, el suelo y el clima de los bosques nativos componen una unidad interdependiente que se encuentra en equilibrio de manera natural. Actualmente esta biodiversidad se ve afectada por los incendios, la sobreextracción de especies, la extracción de madera y el desmonte para la urbanización intensiva.
Los criterios para establecer los valores de conservación de Árbol de piedra se basaron en el estado de conservación actual de la flora y la fauna local, los servicios ecosistémicos que brindan y su importancia cultural.
Las siguientes especies arbóreas son nuestro principal valor de conservación debido a la vulnerabilidad en la que se encuentran según distintos estudios (Chebez, 1999; Demaio et al., 2015; IUCN, 2015):
- Palma Caranday (Trithrinax campestris): Vulnerable
- Quebracho Blanco (Aspidosperma quebracho blanco): En activa regresión
- Molle (Lithraea molleoides): En regresión
- Mistol (Ziziphus mistol): En regresión
- Algarrobo (Prosopis sp.): En regresión
- Manzano del campo (Ruprechtia apetala): En regresión.
Relevamos estas especies en una base de datos en donde se incluye la situación en la que se encuentran, el tamaño y la ubicación exacta dentro de la reserva.
Entre la flora que podemos observar a nuestro alrededor también encontramos: Tintitaco, sombra de toro, espinillo, chañar, molle, aromito, piquillín, moradillo, barba de tigre, jarilla y palo amarillo.
Entre las aves que vemos y escuchamos están: Tataupá, charata, lechuza chaqueña, carpintero negro, carpintero lomo blanco, calancate común, catita serrana grande, gallito copetón, picaflor de barbijo, tuquito gris, tijereta , zorzal colorado, cardenal común, corbatita, reinamora grande, siete colores, rey del bosque, pico de oro, entre otros.
Entre los mamíferos: Tuco tuco, vizcacha, corzuela parda, pecarí de collar, zorro gris y gato montés. Sus huellas llenan los senderos de la reserva.
